Una verdadera debacle política se vivió tras las elecciones parlamentarias, con trece partidos quedando al borde de la disolución. Ninguno logró cumplir los requisitos mínimos exigidos por la ley para mantener su existencia legal: obtener el 5% de los votos nacionales en la elección de diputados o elegir al menos cuatro parlamentarios en dos o más regiones distintas. Entre las colectividades afectadas figuran Acción Humanista, Evópoli, Partido Radical, Demócratas, Amarillos por Chile, entre otros.
El analista político Marco Moreno, director del Centro de Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central, describió la situación como una crisis profunda: “El sistema fue implacable: sin votos ni escaños suficientes, estos colectivos se quedarán sin personalidad jurídica”. Moreno advirtió que los partidos deberán enfrentar decisiones cruciales: integrarse a fuerzas mayores o desaparecer definitivamente del mapa político.
El detalle por partido revela un panorama crítico. Acción Humanista logró solo un escaño, con la reelección de Ana María Gazmuri; mientras que FRVS obtuvo tres cupos en la Cámara, incluidos Jaime Mulet y René Alinco. El Partido Radical obtuvo solo el 1,99% de los votos, su peor resultado en la historia, a pesar de haber gobernado Chile por 14 años durante el siglo XX. Evópoli, que no eligió senadores y solo dos diputados, también quedó fuera de los criterios de subsistencia, sumando un golpe más tras el fracaso de la candidatura presidencial de Evelyn Matthei.
En total, los partidos que no cumplirían los requisitos son: Evópoli, Partido Radical, Demócratas, Acción Humanista, Partido Social Cristiano, Amarillos por Chile y FRVS. A ellos se suman las colectividades más pequeñas como Igualdad, Partido Popular, Alianza Verde Popular y el Partido Trabajadores Revolucionarios. Todos deberán decidir si optan por fusionarse con otras fuerzas políticas para evitar su desaparición, mientras el Servel prepara el pronunciamiento final tras el cierre del escrutinio.