De acuerdo con una investigación, la clase de educación física sería propicia para el bullying.
Sixto González, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, investigó el tema y recientemente publicó un artículo en The Conversation.
"Lamentablemente, muchos alumnos y alumnas experimentan esta asignatura como una de las situaciones menos seguras y confortables de su infancia y adolescencia porque sufrieron humillaciones, burlas, motes y aumentaron sus complejos e inseguridades", Indica ahí el académico.
Esta asignatura facilitaría las condiciones para que ocurra el acoso. Esto porque al ser una clase que exige actividad física y deportiva deja en evidencia las diferencias y particulares de los estudiantes.
El académico apunta a la responsabilidad de los docentes de educación física en cuanto a su formación. También respecto a las medidas de prevención contra este tipo de casos.
"La integración de manera activa por parte de los docentes o entrenadores deportivos de juegos cooperativos o actividades de expresión, concienciación y limitación corporal permiten abordar esta problemática y prevenir los casos de acoso y de ciberacoso", señala.
Advierte además que si bien el acoso puede partir en instancias como las clases de gimnasia, este fenómeno puede prolongarse incluso fuera de las escuelas debido a la conectividad:
"A partir de los 10 años, empiezan a tener teléfono móvil y, mediante redes sociales, WhatsApp, etcétera, las agresiones pueden prolongarse 24 horas al día", comenta González.