Un centenar de manifestantes bolsonaristas invadió las dependencias del palacio de gobierno, el congreso y la corte suprema en protesta contra el presidente de Brasil, Lula Da Silva.
Los manifestantes extremistas radicalizaron la manifestación y se tomaron las dependencias del Congreso Nacional para luego superar una barrera policial y lograr entrar al palacio de gobierno con palos, atacando, además, a los vehículos de la Policía Legislativa.
Los manifestantes bolsonaristas defienden consignas golpistas y, en este contexto, el Presidente Gabriel Boric condenó el "impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas. El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia".
Los manifestantes tuvieron facilidades para tomarse los edificios debido a que durante los fines de semana no hay gente y gracias también a la masiva convocatoria de las manifestaciones, que les permitió superar la fuerza policial.
Este episodio tiene similitudes con el asalto al Capitolio, cuando partidarios de Donald Trump invadieron el edificio hace dos años atrás con el fin de anular las elecciones presidenciales que dieron por ganador al demócrata y actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Los bolsonaristas piden una intervención militar y la renuncia del presidente electo Luiz Inacio Lula Da Silva.