El juzgado de Garantía de Rancagua formalizó a los tres funcionarios de la PDI, acusados de los delitos de omisión de denuncia y obstrucción a la investigación, en torno al millonario robo de la empresa Brinks ocurrido en Rancagua en agosto del año pasado.
Según el Ministerio Público, los imputados tenían información concreta sobre el ilícito tres semanas antes de que este se llevara a cabo, como la cantidad de sujetos involucrados, el periodo de tiempo en que se iba a cometer, las armas y vehículos que se iban a utilizar. Sin embargo, ninguno realizó la denuncia.
Además, el fiscal de Alta Complejidad de la región, Javier Von Bischoffhausen, explicó que la omisión de los funcionarios impidió realizar una investigación de los delitos ya cometidos, como el propio robo y el uso del armamento.
"Estos funcionarios tenían al menos 15 años de trabajo, pero no estimaron pertinente que había que hacer la denuncia. ¿Qué significa esto? Que incumplieron con la obligación legal que tiene todo funcionario público", añadió el persecutor.
La investigación continúa su curso y, de momento, la fiscalía no ha solicitado medidas cautelares en contra de los uniformados involucrados en el millonario robo de la empresa de valores, calculado en más de 12 mil millones de pesos.
Hasta la fecha, hay 28 imputados por esta causa en total, entre ellos, cinco exfuncionarios de Carabineros, todos bajo prisión preventiva, acusados por los delitos de robo con intimidación, asociación criminal, receptación de vehículos e incendio.