La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, señaló que existen ciertos hábitos que pueden contribuir al riesgo de perder la audición. Ir a conciertos, usar auriculares de forma excesiva para escuchar música, incluso la misma contaminación acústica que existe en las ciudades propician un escenario no muy favorable para nuestros oídos.
Desde la organización advierten que para tener una buena salud auditiva se recomienda no superar el volumen de 65 decibeles.
En esta misma línea, señalan que si alguien expone su oído a un sonido mayor a los 85 decibeles hay un riesgo de pérdida de la audición si eso se repite en el tiempo. Un ruido por encima de 100 decibeles significaría un riesgo de pérdida inmediata de la audición.
En el caso del ruido ambiente, el Ministerio del Medio Ambiente, advirtió de los efectos de la exposición a altos volúmenes. Dentro de ellos están la molestia e irritabilidad, perturbación del sueño, estrés fisiológico, efectos cardiovasculares y metabólicos y deterioro cognitivo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 50% de las personas entre 12 y 35 años usan aparatos electrónicos a niveles auditivos inseguros.